Record de feminicidio solo en Mexico
- El Zoom
- 20 mar 2019
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El año pasado 86 niñas fueron asesinadas por violencia de género, la cifra más alta de la que se tenga registro y enero de 2019 suma 11 casos más.
Un moño blanco cuelga de la fachada de una vivienda de la colonia San Lorenzo del municipio de Chimalhuacán, Estado de México. En su interior, la familia Garrido Cruz intenta sobreponerse al dolor de haber perdido a su pequeña Giselle. La menor, de 11 años, fue asesinada el pasado 19 de enero tras ser atacada sexualmente por un hombre de 51 años. A más un mes de su muerte, su madre Miriam Cruz llora al recordar los días de trance que vivieron desde el momento de la desaparición hasta la confirmación de la muerte. “Fue algo demasiado pesado para mí, con cada hora, con cada día. Yo me quedé loca, no podía más”, confiesa.
Ese sábado, Miriam y su esposo salieron a trabajar mientras sus cinco hijos se quedaron en su casa. Durante la mañana Giselle decidió ir a un cibercafé que se localizaba a menos de 600 metros de su casa. Nunca saldría de aquel lugar. El hombre que le rentó una computadora fue el mismo que la atacó sexualmente, la mató y espero al anochecer para tirar su cuerpo en un desolado terreno baldío en Ixtapaluca, un municipio aledaño. Como Giselle otras diez menores fueron asesinadas por cuestión de género durante el mes de enero, según los datos del Secretariado Ejecutivo de la Secretaría de Gobernación. Las estadísticas oficiales confirman una alarmante tendencia al alza: México alcanzó un récord histórico de 86 niñas víctimas de feminicidio en 2018, lo que supone un 32% más respecto al año previo.
Los detalles sobre el homicidio de Giselle se sabrían días después. En un inicio, su familia tenía la esperanza de que la niña estuviera en casa de sus tíos o con una amiga. En su cruzada para encontrar a su hija, en uno de los municipios más poblados del Estado de México (679.000 habitantes), la familia Garrido Cruz organizó marchas, presentó denuncias y tapizó postes y fachadas con el rostro y las señas particulares de la menor. Su lucha contrarreloj dio un vuelco cuando los padres recibieron la noticia sobre el hallazgo de un cuerpo en un descampado de Ixtapaluca. Las adversas condiciones del terreno hacían irreconocibles los restos a simple vista, por lo que fue necesario que los familiares se sometieran a pruebas de ADN. 72 horas más tarde, la incertidumbre se disipó y abrió paso al dolor: los análisis genéticos resultaron positivos.
Los interrogatorios a los vecinos y las cámaras de vigilancia de la zona delataron en días posteriores al agresor: el dueño del cibercafé. En la primera audiencia celebrada a principios de febrero el hombre confesó su crimen. Durante seis horas Miriam escuchó los atroces detalles sobre la manera en que murió su hija. “(El detenido) tenía rasguños en su cuello porque mija se defendió mucho. En la audiencia él dice que no podía con ella y lo que hizo fue golpearla, le golpeó el estómago para que se desvaneciera. Él contó que un día antes había estado tomando con uno de sus amigos y solo se sentía crudo, vio a la niña indefensa y se le hizo fácil. ¿Cómo con una niña?” pregunta Miriam con la rabia contenida en la voz.
Por Luz Santos
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